miércoles, 16 de febrero de 2011

REFLEXIÓN-ACCIÓN

EL CAZO DE LORENZO

Os presento una hermosa historia sobre la diferencia, la confianza y el desarrollo del Ser. Estos tres aspectos van muy unidos pues cada Ser es diferente y para desarrollarse, crecer y ser feliz necesita confianza en si mismo.


La historia de Lorenzo es una historia muy real que viven cada día muchísimas personas en nuestra sociedad. Personas que están ahí, en las clases, dentro de eso que llamamos "inclusión" pero que en la práctica estan diferenciadas en función de su "capacidad".

Personas que están apartadas no sea que perjudiquen el ritmo de los demás. Así parece que sólo nos interese el resultado académico y el beneficio individual dejando de banda cualquier otra consideración ética y pedagógica.

Lo cursioso del caso es que la ética además de ser fundamental en la educación de toda persona va cogida de la mano de la pedagogía. Resulta que existen maneras de organizar una clase y de aprender mejor si lo hacemos desde la cooperación.  Convirtiendo el aula en una pequeña comunidad de aprendizaje desaparecen los alumnos espectadores. Todos se convierten en grandes actores al servicio de la misma función: el aprendizaje y la vida en compañia de los demás. 
Decía Ortega y Gasset "Yo soy yo y mis circunstancias. Pero sólo si salvo mis circunstancias me salvo también"

Utilizando una metáfora de Pere Pujolàs, "como los alpinistas, los alumnos llegan más facilmente a las cimas más altas en su aprendizaje cuando lo hacen formando parte de un equipo cooperativo".

Bien...esta historia me recordó a otra fantástica que leí una vez en un libro titulado "El punto" de Peter M Reynolds. Os dejo con un vídeo del cuento:



En este caso volvemos a tratar el tema de la confianza pero ahora en el marco de una clase y ligado a las estrategias y habilidades del/de la docente. Hay que trabajar mucho sobre las creencias, tenerlas muy presentes y fomentar el deseo de aprender como señala tan acertadamente Jose Antonio Marina en La Contra del dia 11/01/2011 en La Vanguardia:







sábado, 5 de febrero de 2011

REFLEXIÓN: PROPÓSITO INTERIOR


Dice Eckart Tolle en su libro "Un nuevo mundo, AHORA" que la vida tiene un propósito interior y otro exterior. El próposito interior tiene que ver con lo que eres, el Ser. El exterior es menos fundamental y se refiere al hacer.

El desarrollo del próposito interior, del Ser, se asocia a la capacidad de ser conscientes y darse cuenta que no somos nuestros pensamientos. Claro, esto dicho así, puede comprenderse con cierta facilidad pero lo verdaderamente importante va a ser descubrirlo en la experiencia y vivirlo.

Cuántas veces caemos en el miedo y en la tristeza por culpa de apegarnos a aquello que pensamos. Normalmente olvidamos trabajar este ser y nos dejamos llevar por el próposito exterior de la vida, por el hacer y sus recompensas.

Comenta Eckart Tolle que es básico encontrar el propósito interior primero para poder cumplir tu próposito exterior. Entonces, ambos se armonizan y sincronizan. Y me pregunto ¿Qué estamos haciendo en la educación?, ¿educamos en el ser y/o en el hacer?, ¿ayudamos los educadores a los niños a descubrir quienes son y a vivir esa experiencia o bien los alejamos de ella y nos preocupamos sólo por su capacidad laboral para "ganarse la vida? -véase la Carta 1 del libro "La brujula interior" de Álex Rovira. http://www.labrujulainterior.com/

Me parece fundamental y cada vez más urgente que en las diferentes etapas educativas se ofrezca de manera transversal esta formación integral. No se aprende memorizando y teorizando. El auténtico aprendizaje como la vida se disfruta viviendo y experimentando sobre la base de quienes somos. Entonces cobra sentido el hacer y se concreta el propósito exterior.

Para finalizar me gustaría señalar que la práctica en Mindfulness -o atención plena- es una de las mejores actividades que podemos realizar en el camino de encuentro con nuestro Ser.